Súper 5:
Superpoderes para
el regreso a la escuela

Como parte de tu rutina de regreso a la escuela, descubre qué tan preparado está tu hijo para el nuevo grado. Presta atención a qué tan fácil o difícil le resulta realizar tareas de nivel de grado y asegúrate de revisar los resultados del examen estatal anual del año pasado. Si aún no has recibido los resultados, pregúntale al maestro de tu hijo. Compáralos para saber en qué le va bien a tu hijo y en qué necesita más apoyo.

Tú necesitas de los maestros de tu hijo y ellos necesitan de ti. Trae los resultados del examen estatal de tu hijo a la primera reunión de padres y pregúntale al maestro sobre la importancia que tendrán para este año. Averigua qué se espera de tu hijo este año y qué puedes hacer en casa para ayudarlo. Pregúntale a tu hijo qué es lo que más le emociona y
qué lo pone nervioso del nuevo
año escolar y por qué, y luego infórmaselo al maestro.

Tú eres el experto en tu hijo y puedes ayudar para que aprender sea divertido. Lean juntos sobre temas que le interesen. Encuentra situaciones de la vida real donde las matemáticas sean necesarias y conviértelas en un juego. Practiquen la resta, la medición y la división cuando cocinen juntos o mientras hagan las compras. ¡Estos pequeños momentos de aprendizaje son de gran ayuda!

Nuestras actitudes sobre el aprendizaje –llamadas “mentalidades”– repercuten en la manera en que nuestros hijos aprenden, en cómo se sienten cuando cometen errores y en su confianza en sí mismos. Promueve una “mentalidad de crecimiento” en el hogar para que tu hijo vea que el trabajo arduo es lo que lleva a tener éxito. Por ejemplo, concéntrate en el esfuerzo específico y en lo que tu hijo está aprendiendo. Esto hará que se sienta un poco menos nervioso por las nuevas tareas o asignaturas.

Cuando se trate del potencial y de la felicidad de tu hijo, enfócate en el panorama completo. Las fortalezas, como ser capaz de comunicarse, resolver problemas, ser paciente y actuar de manera independiente, ayudarán a tu hijo en la escuela y en la vida. Habla abiertamente con él sobre cómo se siente y cómo reacciona ante situaciones en la escuela, en el patio de recreo y en casa.